
Entrar en una web que no tenga un código de encriptación seguro puede ser un problema, especialmente cuando vas a dejar ahí tus datos personales. Por un lado, realmente quieres comprarte esos pendientes tan bonitos que has visto con cristales de Swarovski, pero por otro lado, ver que esa web carece de un certificado SSL (Secure Socket Layer) hace que pienses si comprártelos podría poner en riesgo la información de tu tarjeta de crédito y finalmente, no realices la compra.
Como la mayoría de los usuarios de Internet, valoro mi seguridad. Y si tu web no tiene un certificado SSL, los usuarios se van a pensar dos veces antes de dejarte su dirección de correo electrónico o información personal. Como dueña de una pequeña empresa – o cualquier propietario de una página web – que podría requerir dicha información, un certificado SSL es un algo indispensable para mi negocio online.